sabemos que la comunicación no lo arregla todo, pero no queremos dejar de insistir en la necesidad de hablar. Ante todo, la huelga es un derecho fundamental del trabajador, y debemos recurrir a él cuando no queda otra salida. Pero no olvidemos que la negociación estaba ahora empezando a dar sus frutos y cerrarse a ella no hará sino ralentizar la resolución de los conflictos abiertos.
Aprovechemos el proceso de negociación de los próximos días para valorar, consensuar y llegar a acuerdos, con un talante positivo por ambas partes, y que nada empañe el buen servicio al ciudadano.