El atasco se produce por la exigencia de las centrales sindicales de tratar con caracter prioritario la implantación del plus de productividad ligado al absentismo, cerrando la posibilidad de avanzar en otros asuntos hasta que éste quede resuelto. La complejidad de este plus -para el que hay propuestas de cada una de las partes que no han sido aceptadas por la otra- y la negativa a tratar otros temas, suponen que todavía no han podido llevarse a la práctica algunos aspectos pactados en el acuerdo de fin de huelga firmado en enero para los que había que concretar detalles de su aplicación.
Referente al plus de productividad ligado al absentismo, la administración propone establecer una bolsa anual de la que se reparta, entre los no absentistas, el ahorro que se consiga como consecuencia de su reducción, mientras que los sindicatos proponen que se pague una cantidad fija, sobre las retribuciones actuales, que se dejaría de percibir en el caso de no acudir al trabajo. Ésta última opción no ha sido aceptada por la administración ya que en el caso de que no baje el absentismo, supondría un importante incremento de prespuesto que no está disponible.
Esta situación de bloqueo significa también que no se ha podido avanzar en otras cuestiones como la definición de la relación de puestos de trabajo (RPT) que venía siendo demandada por los trabajadores, ni el reglamento de régimen interior necesario para el correcto funcionamiento cotidiano del servicio. Tampoco se ha conseguido tratar las bases para el nuevo acceso de bomberos, otra de las principales demandas de los funcionarios.